Esa cosa hermosa que ha pasado por mi lado, quisiera recordarla siempre. Pero los humanos no sabemos darle valor a lo que, aún siendo bello, se queda un tiempo prolongado junto a nosotros. Pronto ni siquiera vemos un atisbo de hermosura y tendemos a fijarnos en aquella otra que aún siendo bella, no es ni un ápice de esta otra.
La capacidad de retener y asimilar algo realmente valioso, tanto por su significado como por su capacidad de gozo, o por su simple armonía, se ha ido extinguiendo atreves de los años hasta casi desaparecer.
Si alguna vez se te cruza algo hermoso, no lo dejes escapar, pues será un signo inequívoco de que has perdido el juicio o la capacidad de admirar lo bello y piensa que cuando ha pasado y se aleja haciéndose cada vez más pequeño, no podrás recuperarlo jamás. De esta forma tan absurda, te iras rodeando, sin remisión, de muchas cosas de valor aparente, oscuras como la muerte, exentas de todo estilo, faltas de capacidad para hacerte agradable la vida y por mucho valor material que tengan, están por supuesto vacías de capacidad para darte la felicidad. Supongo yo.
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